martes, noviembre 21, 2006
miércoles, noviembre 15, 2006
"Todo es posible en todo momento" es la máxima de la Banda de la Muerte: le abrimos la puerta al absurdo de par en par a efecto de, por lo menos yo, reir a carcajadas aderezadas de asombro.
¿Qué será de un grupo de fulanos y fulanas que ven su paso por el mundo como un turisteo? Los prejuicios apuntarían a que somos una punta de vagos sin oficio ni beneficio alguno, sin rumbo jajaja, cuando en realidad the ride for itself is what's truly worthy... ¡pero no! ¡NO amable lector (a)!, no lo somos. Estudiantes, profesionistas, empleados, todos aparentemente "normales" hasta que nos encontramos...
Iba a seguir escribiendo, pero caí en la cuenta de dos cosas: primero, que las anécdotas de la Banda de la Muerte son difíciles de digerir, y segundo creo que analizar a la Banda de la Muerte puede dar origen a su destrucción, me niego a hacerlo y seguiré viviéndola con el mismo cariño con el que se llega a casa después de una larga ausencia.
Al tenerla en mis manos quise llorar.
Cubierta áspera que se tornará en una dura coraza, era en ese momento suavidad total.
¿En qué te identificas con ella? En que soy nueva... en que hemos tenido que luchar por acreditar el derecho a estar aquí, tengo mi lugar en el mundo y soy parte del todo. La miro y revolotea en mi mano, ciega y confiada... ¡Suave caparazón déjame sentirte!
Acerco mi cara, la miro de frente y la toco con mi nariz, con los ojos cerrados y lacrimosos: bienvenida, mucha suerte.
¿En qué te pareces a ella? En que no puedo ver, voy a tientas con el resto de mis sentidos bien alerta. En que sólo el instinto me guía y confío en él, hago caso omiso del resto. Sé que es hacia allá a dónde tengo que ir, lo traigo programado...
A duras penas puedo creer mi buena estrella: soy yo quién te detiene, te sostiene y te honra desde un postura de humildad.
¿En qué te pareces a ella? Suave, frágil, expuesta. Nací con ese caparazón flexible y pienso: si a ella le toma alrededor de 15 años endurecerlo por completo, por qué he yo de permitir que el mío se endurezca sin sentido... Ella lo necesita así, firme por lo blando del interior y en eso me parezco a ella, caramelo de cianuro, delicioso helado con cubierta de piedras, y ¿no somos todos así?
Resurrexión, eso es. Todos los días me regalan la oportunidad de reinventarme, de redescubrirme, de morir y renacer. Todos los días soy esa pequeña tortuga y ciertamente hay algo más grande que me contiene amorosamente, que me recibe en su mano abierta y me besa la nariz: eres parte del todo, bienvenida y suerte.
lunes, noviembre 13, 2006
jueves, noviembre 09, 2006
De enamoramienos fugaces y otras cosas...
De eso vivo, y en ellos y por ellos pierdo también la vida o por lo menos me siento morir.
Y renazco, pues...
no hay sensación que se compare a ese batiente, creciente, floreciente aleteo estomocal... la estúpida emoción justificada únicamente en mi cabeza con quimeras que mi corazón alimenta...
Fantasías, aleatoriedades, ensoñaciones en estado de vigilia que me reiteran mi pertenencia a un mundo ajeno al que se cruza ante mis ojos, y sonrío
Y despierto cuando te veo, para olfatearte y si me lo permites... acariciarte...
Para sonreirte con cara de idiota, y escuchar hasta la última de las palabras que salen de tu boca, electrizantes solo para derrumbar los castillos de naipes que sobre una nube te había edificado.
Es como morir: sólo tantito, nomás tantito... poquito nomás
como fracturarle un ala a un colibrí, así, suavecito jajaja, suavecito como tu panza, tiebicita como la mía, madres que enculamiento tan infantil y tan bonito y tan culero.
Lo mejor de todo es que sé que es pasajero, que es psicosomático y que me lo brindo por que de lo contrario me volvería cuerda, ja!
Me provocas euforía, deseo, sueños, anhelos... me provocas vivir... ejem cof cof corrijo:
cuando me pongo a pensar en tí eso es lo que siento aunque no sea recíproco y no es recíproco porque sólo existe en mi... ¿qué oportunidades habría de que se materializara?
Probablemente todas, si realmente se desea. Sin embargo al mismo tiempo devendría tangible: podría efectivamente tocarte, olfatearte
entonces me daría cuenta de lo rasposos que son tus codos y lo mal que huelen tus pedos...
Te prefiero aquí, siempre aquí... en mí
haciendo zurcos: corazón- cabeza- corazón- cabeza- corazón- corazón- corazón- cabeza
yendo y viniendo, llevando y trayendo momentos que jamás serán pero que recordaré vívidamente (con colores y prendas y lugares, y aromas y sabores que no llegaran)
¡Qué bien me sabes en ese trayecto!
Dura un poco más, poco más que los demás
por favor
por el bien de mi cabeza, dura un poquito más
ayúdame a dilatar sólo tantito, poquito nomás la decepción que con olas gigantescas devasta mi corazón y le pone una revolcada que le hace creer que está muerto...
...muerto un ratito nomás, sólo tantito nomás...
Muerto hasta que la cabeza le vuelve a tender la mano y lo vuelve a enamorar.
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